COMUNICADO DE NUEVA ACCIÓN    
Como agrupación política, en Nueva Acción repudiamos todos los hechos ocurridos en el día de ayer desde la violencia tomada por opción hasta la ausencia de una actitud crítica y reflexiva por parte del Gobierno y sus legisladores electos que avanzaron en una votación dando la espalda a lo que millones de personas expresaban en simultáneo en cada esquina del país.

Reivindicamos la posición del pueblo en la calle, en su convocatoria espontánea y multitudinaria, ese gran mensaje que no fue escuchado esta madrugada por 128 legisladores. Vecinos que asistieron a la marcha para expresarse y luego con sus cacerolas insistieron en visibilizar su reclamo. Esa es la democracia y eso es lo que debería incidir en una votación de representantes del pueblo. Pero ayer no ocurrió.
No fueron sólo los partidos políticos los que se opusieron a esta reforma previsional, sino la gente, unida, activa, expresando su derecho a ser escuchada. En todo el País se pudo ver y escuchar cuál era el reclamo y cuál era el posicionamiento del pueblo que ve como inaudito que la solución a un problema económico de la administración pública sea ajustar a los más vulnerables, tocar las pensiones de ex combatientes, a los que trabajaron toda la vida y que con los haberes jubilatorios que perciben actualmente, incluso no les alcanza para vivir.
Una reforma que habla claramente de un ajuste económico a quienes por definición son más vulnerables. Un ajuste que impactara en el poder adquisitivo de millones de argentinos, en el comercio y en múltiples sectores que no son justamente los más enriquecidos.
Ese acto de no escuchar, de ignorar y de no revisar, no se condice con el país que muchos queremos, ni para nosotros, ni para nuestros jubilados. Esa es la política que repudiamos, la de la realidad paralela, la de la no representación del país entero, la que no quiere recomendaciones, no acepta modificaciones y avanza ciegamente.
Nos preguntamos por el apuro en votar, en cerrar el espacio de discusión. ¿No sería acaso más pertinente que se diera lugar en el debate a las millones de voces que ayer dejaron sus actividades para ir a expresar su malestar? Este no es el país que queremos y estamos seguros que este no es el país que pueda querer alguien.
El debate que tenemos que dar es en qué lugar justamente queda la gente para los legisladores. En qué lugar están poniendo la voz popular de todos aquellos que hasta incluso votaron este gobierno, pero hoy se sienten traicionados, no se sienten escuchados sino más bien se reconocen violentados por los supuestos representantes políticos que le dan la espalda.
Tenemos que preguntarnos todos qué país queremos. En qué país queremos vivir y cómo debe ser la clase política que nos represente. La realidad paralela que se vivió durante todo el día y la noche nos muestra lo complejo del problema en el que estamos viviendo. Mientras gran parte de los argentinos se expresaba en espacios públicos haciéndose escuchar en su preocupación, en su disidencia, en su miedo y en su angustia, un número de legisladores avanzaba en su votación ignorando y subestimando adrede lo que estaba pasando.
Después nos preguntamos por qué la gente descree de la política, por qué el voto en blanco en las urnas. Y más allá de quién gobierne, nosotros queremos una Argentina con más jubilados en mejores condiciones, lo que importa es pensar en nuestros mayores y que ninguna toma de decisiones perjudique a nuestros abuelos como a ninguno de los sectores más vulnerables.
Nueva Acción repudia también los hechos de violencia como forma de expresión ante cualquier manifestación y reclamo. Violencia funcional a una imagen determinada que deslegitima la expresión popular. ¿Quien se beneficia más con un accionar violento en medio de una manifestación multitudinaria? El pueblo seguro que no. Nuestra agrupación también repudia que las fuerzas de seguridad pública, que están entrenados para intervenir en estas situaciones, hayan utilizado la violencia como herramienta.
Esto no tiene que continuar así, esta no es la forma en la que tenemos que hacer política, este no es el camino que debemos transitar en democracia y por la construcción del país que todos necesitamos.En este contexto no hay lugar para una grieta. Se trata de los jubilados, se trata del trabajo, se trata de la posibilidad de comer o no comer de mucha gente. Hacemos un llamado a la cordura y al sentido común, corriéndose del espacio partidario con el que cada uno simpatiza, y volver la mirada mas humana y empática con el otro, para reconocer que quienes gobiernan no están escuchando, no le están dando un lugar a la voz de millones de Argentinos. No esperemos a un escenario electoral para elegir qué país queremos.